Antes de plantear el tratamiento, es imprescindible realizar una correcta aproximación diagnóstica. Una vez lograda esta, se le explicará en consulta qué tratamiento es el más indicado en su caso.

Dependiendo del tipo de procedimiento a realizar, anestesia local o general.

La prueba de la polisomnografía implica permanecer durante una noche entera en un entorno hospitalario para estudiar cómo es su sueño. Determinados procedimientos se pueden realizar de forma ambulatoria, mientras que otros precisarán ingreso. Estudiaremos su caso de forma personalizada, y le informaremos en todo momento.

En procedimientos quirúrgicos donde sea necesario anestesia general, puede ser necesario permanecer unos 5-7 días de reposo en casa antes de realizar actividades cotidianas.

Existen numerosos tratamientos disponibles para mejorar la apnea del sueño. En casos donde el cuello sea muy voluminoso debido a una importante cantidad de grasa, se le ofrecerá como tratamiento complementario a la dieta de adelgazamiento la realización de una liposucción de cuello. Para casos donde la oclusión dentaria sea adecuada, la colocación de un dispositivo de avance mandibular (DAM) permite de forma temporal durante el sueño “proyectar” hacia adelante la mandíbula liberando la porción posterior de la garganta del peso de la lengua, mejorando el paso del aire a través de ella. En casos donde la causa de la apnea sea una retrusión importante tanto del hueso maxilar como de la mandíbula, se le ofrecerá la posibilidad de una cirugía ortognática para avanzar hacia adelante ambas estructuras, aumentando el calibre del paso del aire a través de la garganta. Por último, ciertos casos de apnea son debidos a una obstrucción nasal por un tabique desviado, siendo posible la realización de una septoplastia.