Rápida recuperación
La paciente, que recibió el alta a las 48 horas de la intervención y ya se encuentra totalmente recuperada, presentaba un gran quiste mandibular que había crecido hasta destruir, casi por completo, la estructura osea de la mandíbula, lo que le había generado un riesgo severo de ruptura espontánea. A este riesgo de fractura, se le añadía el de perder la dentadura debido al crecimiento de esta lesión benigna, que, aunque “tiene un crecimiento lento, resulta imparable”, apunta el cirujano.
Según señala Candau, lo novedoso de esta técnica, frente a la que habitualmente se viene utilizando para tratar este tipo de tumores benignos, es que resulta menos agresiva, al tener que extraer una cantidad menor de hueso de la cadera del paciente, al existir una planificación previa, e implica también menos horas de quirófano y una recuperación mucho más rápida.
Fuente: Cordopolis